lunes, 9 de marzo de 2015

La guerra que se paró en Navidad



La guerra que se paró en Navidad

El día 24 de diciembre de 1914, al caer la noche sobre las trincheras del frente occidental, las luces comenzaron a iluminar el lado alemán, que pronto empezó a entonar sus canciones tradicionales. Franceses y alemanes les siguieron y en ese ambiente festivo, algunos soldados salieron del refugio y se plantaron en medio del campo neutral. Poco a poco, fue una mayoría la que descuidó la defensa y en aquel campo entre las trincheras empezaron a correr los cigarrillos y la bebida. Al día siguiente, británicos y alemanes disputaron un partido de fútbol que ganaron estos últimos por 3 a 2, aunque todos aceptaron el resultado con deportividad y el partido no tuvo especial dureza por ninguna de las partes. Hubo intercambio de recuerdos y de cigarrillos, se hicieron ofrendas comunes por los amigos caídos y poco a poco, los soldados regresaron a sus trincheras y unos días después, hacia el 29 de diciembre – en algunas partes ya comenzaron el día 26 –, reiniciaron las hostilidades. 

General Sir Edmund Allenby

General Sir Edmund Allenby

Militar británico. Mariscal de campo perteneciente al arma de caballería, participó de manera decisiva en las últimas grandes guerras que sostuvo el Imperio Británico en África, a finales del siglo XIX, además de dirigir con sus tropas la victoriosa campaña de Palestina en la Primera Guerra Mundial.
En el año 1884 ingresó en el cuerpo de los Dragones, acantonados en Inniskilling (Botswana actual), en el que destacó en las dos expediciones que su cuerpo realizó en Bechnanalandia (1884-85) y en Zululandia (1888). Entre los años 1899 a 1902 estalló la guerra de los Bóers, en la que Allenby también tomo parte decisiva.
Fue nombrado inspector general de la caballería británica en el año 1910, cargo que desempeñó hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, en julio del año 1914, tras lo cual se le asignó el mando de toda la caballería británica en territorio francés.
Volvió a demostrar su gran valía como soldado y estratega en las batalla de Arras (abril 1917) e Yprés (junio 1917), por lo que fue ascendido al rango de general y nombrado caballero de la orden de Bath.
Pero donde Allenby realmente destacó como militar fue en las campañas británicas llevadas a cabo en el Oriente Próximo. en la tercera batalla de Yprés, fue nombrado comandante en jefe de la fuerza expedicionaria egipcia.
Allenby fue distinguido con el título de vizconde de Megido y Felixstore, a la par que ascendió al cargo de mariscal de campo.
Entre los años 1919 a 1925, Allenby fue nombrado Alto Comisario para Egipto. Finalmente, Allenby se mostró partidario de conceder la independencia tanto para Egipto como para Etiopía

sábado, 28 de febrero de 2015

esquema


anécdota

ACTIVIDAD FEMENINA EN INDUSTRIAS PESQUERAS DE ESPAÑA Y PORTUGAL (1870-1930)*

Valeriano Weyler Nicolau



 Valeriano Weyler Nicolau
General español. Sus primeros pasos en el ámbito castrense los dio en el Colegio de Infantería de Toledo y, en 1861, una vez terminados los estudios militares, fue nombrado capitán del Estado Mayor.  En 1868, ya con el rango de coronel, volvió a Cuba para dirigir el Batallón de Cazadores de Valmaseda.
 Derrotó a Santés en diciembre de 1873, lo que le valió el ascenso a mariscal de campo. Durante la Restauración su ascensión prosiguió, fue nombrado teniente general y se le adjudicó la Capitanía General de Canarias, que ocupó durante el período comprendido entre 1878 y 1883. Años más tarde, en 1888, dirigió la Capitanía General de Filipinas, hasta 1893. En su vuelta a España sirvió en Cataluña, tratando de sofocar los numerosos atentados anarquistas que se producían en aquella ciudad.
 Fue nombrado ministro de Guerra durante el período comprendido entre 1901 a 1905, y en 1907. En 1905, ya en posesión de dicho cargo, no obedeció las órdenes del gobierno, ante los continuos ataques que estaba sufriendo el ejército por los numerosos escándalos de corrupción. Los oficiales no estuvieron tranquilos hasta que el rey les garantizó que defendería sus intereses. En 1909 fue el general que estuvo al mando de la represión llevada a cabo en Barcelona conocida como la Semana Trágica. El 23 de enero de 1910 fue ascendido al rango de Capitán General. En 1916 se hizo cargo de la Jefatura del estado Mayor Central del Ejécito, pero en 1925, con la dictadura de Primo de Rivera, y por su abierta oposición a éste y a su régimen, dimitió de su cargo e incluso tomó parte activa en la sanjurjada que trató de derrocar al dictador.

viernes, 13 de febrero de 2015

Obra

EL GRITO


  • Su artista fue Edvard Much
  • Tiene un tamaño de 91cm x 74 cm
  • Creación en el periodo del Expresionismo
  • Su genero es de  arte abstracto
  • Se creo en el 1893–1893
  • Su técnica era  con una pintura al temple, Pintura al aceite, Pintura al pastel
  • Se ubica en la Galería Nacional de Noruega

 El cuadro es abundante en colores cálidos de fondo, luz semioscura y la figura principal es una persona en un sendero con vallas que se pierde de vista fuera de la escena. Esta figura está gritando, con una expresión de desesperación. En el fondo, casi fuera de escena, se aprecian dos figuras con sombrero que no se pueden distinguir con claridad. El cielo parece fluido y arremolinado, igual que el resto del fondo.
  Todas las versiones del cuadro muestran una figura andrógina en primer plano, que simboliza a un hombre moderno en un momento de profunda angustia y desesperación existencial. El paisaje del fondo es Oslo visto desde la colina de Ekeberg. El gritoestá considerado como una de las más importantes obras del artista y del movimiento expresionista, constituyendo una imagen de icono cultural.

 En mi opinión, esta obra me expresa la desesperación de un hombre que se encuentra solo y no soporta el silencio ni el anochecer al finalizar el día. 

Anécdota histórica


Nicolás Avellaneda sobre la importancia de los inmigrantes

 Podemos distribuir mejor la inmigración, extendiéndola por todo el país, radicarla y ofrecerle un incentivo con la adquisición de la propiedad territorial, abriéndole en el exterior al mismo tiempo nuevas corrientes. Economicemos sobre todos los ramos de los servicios públicos, pero gastemos para hacer más copiosas y fecundas nuestras corrientes de inmigraciónEl agente maravilloso de la producción, el creador moderno del capital es el inmigrante y afortunado el pueblo que puede ponerlo a su servicio, porque llevando consigo la más poderosa de las fuerzas renovadoras, no tendrá sino perturbaciones transitorias y será constante su progreso. No hay gasto más inmediatamente reproductivo que el empleado en atraer al inmigrante y en vincularlo al cultivo del suelo.
Nicolás Avellaneda